1- No puedes dejar de pensar en tu nueva idea o nuevo trabajo. Esto puede parecer emocionante al principio, pero luego la realidad se establece y te sientes abrumado y deprimido.
2- ¡Estás constantemente mirando lo que hacen los demás y pensando que su camino es mejor que el tuyo! La autocomparación puede comenzar a sentirse agobiante.
3- Te sientes agotado y resentido con tu situación actual.
4- Haces ping pong de un lado a otro entre dos ideas, tu crítico interno interviene y te dice que ambas son malas opciones, lo que te lleva de nuevo al punto de partida.
5- Empiezas a pensar en términos de todo o nada... por ejemplo, ¡tal vez debería dejar mi trabajo y emprender!
6- Empiezas a racionalizar que tal vez te sientas decepcionado; sin inspiración y aburrido es la forma en que tiene que ser.
7- Cuando comienzas a pensar en nuevas ideas para ti mismo, tu crítico interno interviene muy rápidamente para decirte todas las razones por las que la nueva idea no funcionará.
8- Empiezas a hacer que otras personas sean el problema...
¿Te son familiares estos pensamientos o sentimientos?
La buena noticia es que , un día reconoces que tu entusiasmo es mayor que tu resistencia y tomas acción!
Desde hace 10 años apoyo a las personas que están en transición para crear un cambio sostenible a largo plazo en sus vidas. Mi misión es proporcionar un lugar seguro y poderoso para que descubras las respuestas que necesitas para avanzar profesional y personalmente con propósito y claridad.
Como dice Karen Cordero:
“Dentro de un año desearás haber comenzado hoy.”
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